10 errores que puedes cometer al aplicar tu máscara de pestañas

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¿Te encanta el efecto de la máscara de pestañas para darle un plus a tu look pero nunca logras que te quede perfecta? ¿Por mucho que practicas y practicas, tu mirada acaba siempre con las pestañas pegadas? La máscara de pestañas es un producto de maquillaje que puede marcar la diferencia de un look… o arruinarlo si no sabes usarla. Por suerte, tenemos los 10 tips imprescindibles para que aprendas a usar este pequeño cepillo sin errores.

El sentimiento es unánime: durante los meses de pandemia y ahora que ya empezamos a salir de ella, la mirada se ha convertido en la protagonista de tu rostro, debido al uso continuado de la mascarilla sanitaria. Es allí donde la máscara de pestañas ha tomado más protagonismo, dejando mucho más a la vista cualquier error en su aplicación que antes podía haber pasado desapercibido.

Y es que la máscara de pestañas es ese producto que, si sabes usar, le da un toque de glamour a tu look difícil de renunciar. Eso sí, hay que saber usarla. Porque este pequeño tubito con cepillo incorporado puede parecer inofensivo a priori, pero su uso no es tan fácil como parece. Es precisamente en la destreza que tengas con ella que te garantizarás el éxito de la máscara de pestañas: usándola bien, darás el toque chic a tu look que tanto buscas. Pero un solo error, por pequeño que sea, puede lanzar al traste todo tu maquillaje.

Los expertos del estudio Airò nos hemos puesto todos manos a la obra para reunir para ti los 10 errores más comunes que puedes cometer a la hora de aplicar tu máscara de pestañas y, lo que es mejor, cómo puedes evitarlos. Si eres una fan de este producto de maquillaje y quieres ser una experta aplicándolo… ¡Sigue leyendo!

Los 10 errores más comunes a la hora de aplicar la máscara de pestañas

  1. La prisa, mala consejera

Según nuestras artistas en el estudio, aplicar la máscara de pestañas con las prisas de la mañana es el fallo más común que puedes cometer. Si bien es cierto que muchas veces nos maquillamos con los minutos justos, la máscara requiere atención en su aplicación y un mínimo de tiempo para que quede perfecta.

Antes de aplicar el producto, sobre todo: si usas rizador de pestañas jamás de los jamases debes rizarlas después de la máscara. El vello de las pestañas podría romperse con la fricción con el rizador. Si te gusta rizarlas, hazlo siempre antes de aplicar la máscara.

Lo ideal a la hora de aplicarla es primero mirar hacia arriba para elevar las pestañas y empezar aplicando la máscara desde el centro de las pestañas. Sobre todo, es importante aplicar el producto desde las raíces a las puntas, de manera que se alarguen uniformemente y el resultado sea lo más natural posible. Evita cometer el error de aplicar el producto solo en las puntas: quedará artificial y recargado.

  1. Manchar los párpados

Otro error directamente relacionado con el primero y con la mala aplicación de la máscara. Manchar los párpados es un fallo más común si aplicas el producto con prisas.

Para evitarlo, maquilla tus pestañas mirando a un espejo que quede a la altura de tu pecho, de manera que mirando sea más difícil manchar el párpado. Y si te pasad de todos modos, no intentes arreglar las manchas al momento: solo conseguirás expandir la máscara y manchar aún más el párpado. Espera unos minutos a que se seque y luego elimínala con un bastoncillo de algodón, pasándolo suavemente por el párpado; ya verás cómo sale sola. mirándote en un espejo que quede a la altura de tu pecho, bajarás la mirada y será más difícil que manches tus párpados.

  1. No realizar bien la famosa aplicación en ‘zigzag’

Si bien muchos expertos recomiendan aplicar la máscara de pestañas en movimiento zigzag y no en línea recta, este gesto solo debe realizarse en la raíz de las pestañas. Así logras depositar el producto en las pestañas y repartirlo sin grumos. Pero una vez avances hacia las puntas, el movimiento debe ser recto para conseguir el máximo efecto de largura posible.

  1. Bombear el cepillo en exceso

Es un error muy común que arrastramos de nuestras mamás: meter y sacar mil veces el gupillón en el botecito de la máscara para repartir el producto en el cepillo. ¡Olvídate de este gesto! Cada vez que bombeas el cepillo en el producto estás haciendo que entre aire en la máscara y ésta se espese. Con lo cual, te resultará más difícil de aplicar naturalmente el producto y evitar la formación de posibles grumos.

Además, con este movimiento de bombeo también estás favoreciendo que el producto se seque y te dure menos tiempo. Si quieres repartir el producto antes de aplicarlo en las pestañas simplemente toma el bote y házlo rodar entre las palmas de tus manos.

  1. Aplicar un exceso de capas de máscara

Un exceso de capas de máscara solo conseguirá que finalmente el resultado sea una masa pastosa demasiado artificial y que las pestañas se junten entre sí. Lo ideal según nuestros expertos es aplicar como mucho 2 capas. Y sobre todo, asegurarte de que la primera capa siempre está seca antes de aplicar la siguiente.

Lo mejor es aplicar poco producto en la primera capa para que se seque rápido. Retira el exceso de producto y espera que se seque. Luego, aplica ya la segunda capa hasta que el resultado sea el que buscas. De este modo, evitarás looks demasiado cargados y la formación de grumos.

Y otro error relacionado con la aplicación del producto está en no tener en cuenta la alineación de tus ojos. ¿A qué nos referimos? Muy fácil: del mismo modo que el contouring en maquillaje te permite corregir tus imperfecciones o potenciar la luz de tu rostro, la máscara de pestañas también juega un papel de efecto óptico para potenciar lo mejor de tu mirada.

Así pues, si tienes los ojos muy juntos, aplica más cantidad de máscara en el rabillo del ojo para aportar más peso a la parte externa y separar tu mirada. Si, por el contrario, tus ojos están muy separados, aplica la máscara por igual en todo el conjunto de las pestañas.

  1. Reaplicar más máscara a lo largo del día

Puede que este sea el error con el que más expertos se llevan las manos a la cabeza. Y es que, si en algo están casi todos de acuerdo, es que reaplicar más máscara de pestañas al cabo de unas horas de haberlas maquillado no mejora el look sino que solo las juntas, apelmaza y crea grumos.

Así que, al contrario del corrector, el blush y la barra de labios, olvídate de reaplicar la máscara de pestañas a lo largo del día. ¡Ella no funciona así! Con una vez al día, basta.

  1. Utilizar siempre máscara waterproof

Las máscaras de forma waterproof son un producto solo reservado para ocasiones especiales y algunos días de verano, no para todos los días. Y aunque entendemos la tentación que da esa máscara que se queda intacta con el paso de las horas, su fórmula contiene activos mucho más difíciles de desmaquillar. Esto provoca que siempre queden residuos de producto en las pestañas que, a la larga, puede debilitarlas y dañar la función fisiológica de éstas, que no es otra que proteger a los ojos.

  1. No tener en cuenta que la máscara tiene fecha de caducidad

Asumámoslo de una vez por todas: los cosméticos y el maquillaje, igual que los alimentos son perecederos y caducan. Con lo cual, es muy importante tener en cuenta su fecha de caducidad.

 

¿Cómo saber la fecha de caducidad de los productos de maquillaje? Solo tienes que consultar la etiqueta PAO (Period After Opening), que suele encontrarse en la parte posterior del envase y que designa en número de meses cuanto tiempo se puede guardar el producto después de su apertura. Suele aparecer con un número seguido de la letra “M” y un tarro abierto.

  1. No desmaquillarlas bien

El último error, pero el más importante: por mucha máscara que uses, sin no la desmaquillas estarás debilitando tus pestañas.

Cada vez que aplicas la máscara, tus pestañas quedan completamente cubiertas por ella: si no la retiras al anochecer perderán elasticidad, se volverán frágiles y podrán empezar a caerse. Desmaquilla tus ojos cada noche y mantendrás unas pestañas fuertes y bonitas.

10. Equivocarte eligiendo el cepillo más adecuado para ti

¿No te identificas con ninguno de los 9 errores anteriores, pero aún así la máscara nunca te queda como deseas? Entonces, puede ser que el problema se debe a que no estás usando el cepillo adecuado para el resultado que buscas. No es lo mismo un cepillo de pelo que uno de silicona, uno grueso o que uno fino, con o sin curvatura…

A continuación, te detallamos los tipos de cepillos más frecuentes y qué resultado puedes conseguir con cada uno. ¡Elige el tuyo según lo que quieras potenciar en tu mirada!

3 cepillos para 3 necesidades de máscara de pestañas

Cepillo grueso: máximo volumen

Los cepillos más gruesos son ideales para voluminizar, por lo que son perfectos si el volumen es tu deseo. Pero cuidado, si también quieres largura solo alargarán las pestañas más tupidas, si las tienes muy cortas no las alargará.

Cepillo curvado: rizo y altura

Si tienes las pestañas cortas y buscas elevación, el tuyo es el cepillo en forma curva, cuya posición te aportará rizo y elevará la largura de tus pestañas. Visualmente, tu mirada estarás más felina y tus pestañas más gruesas

Cepillo de silicona: largura sin límites

Si buscas unas pestañas extra largas, el cepillo con cerdas de silicona es el que necesitas. Como este cepillo reparte muy bien el producto gracias a sus púas, te servirá de peine para marcar cada pestaña individualmente y evitar los grumos.

Ahora ya sabes todo lo que necesitas para ser una experta aplicando tu máscara de pestañas. Y, sobre todo, no olvides mimar tus pestañas: al fin y al cabo, su función principal es la de proteger tus ojos, así que… ¡Cuídalas!

 

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